Descripción
La Chirimoya es una fruta tropical extremadamente delicada, tanto en la fase de cultivo como la de transporte, exigiendo una especial delicadeza tanto en su cultivo como de recogida y manipulación.
La chirimoya es muy sensible a los cambios de temperatura y a la oxidación por lo que el clima subtropical de la Costa de Granada es el idóneo para su desarrollo; temperaturas de 26 grados y 71% de humedad.
La pulpa de color blanco tiene una textura jugosa y tierna, con un delicado y delicioso sabor dulce, con toques ácidos para que resulte aún mas refrescante y aromática.
La piel no es comestible, y su color verde oscuro en el árbol se vuelve verde claro a medida que madura.
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